Con casi 250 años de historia, La Casa de Champagne
Louis Roederer ofrece en primicia las indicaciones básicas necesarias para
detectar un champán de calidad. Este vino espumoso francés, cuyo origen se
remonta a comienzos del siglo XVIII en la región de la Champaña, está elaborado
a base de distintos tipos de uva y acostumbra a ser blanco de apariencia,
aunque también puede encontrarse en color rosado.
A raíz de su amplia experiencia en la materia, el equipo
de expertos de Louis Roederer homenajea a esta efervescente bebida presentando
los criterios a tener en cuenta para poder determinar su grado de calidad y
sofisticación:
Criterios visuales
- Un buen champagne tiende a ser de un color pálido, tanto en su versión blanca como en la rosada
- La burbuja debe de ser pequeña y subir lentamente, lo que nos indicará el grado de integración y generalmente largas crianzas
- Una buena acumulación de pequeñas burbujas en la pared de la copa no es imprescindible, pero indica frescura y buen estado de conservación
Criterios aromáticos
- Un buen champagne debe ser aromático
- Para que un champagne sea complejo y sofisticado debería combinar gamas de fruta fresca (limón, manzana, pera,…), típicas de una fruta sana y bien trabajada, entrelazadas con notas tostadas (brioche, panadería, frutos secos) que acostumbran a indicar largas crianzas. Un equilibrio en ocasiones al alcance de muy pocos
- Los grandes champagnes deben evolucionar con el tiempo y ofrecer aromas distintos a medida que pasan los minutos después de ser servido
Criterios en Paladar
- Si se trata de un buen champagne, éste debe deslizarse fácilmente por el paladar y su textura debe de ser siempre cremosa y con cuerpo, para poder saborearlo en su plenitud
- Los grandes champagnes poseen una acidez de calidad que los hace refrescantes sin ser agresivos
- En cuanto al sabor, todo buen champán debe evocar gusto a fruta y frescura en boca, dejando un final largo y gustoso
Además, según la naturaleza del licor de expedición, este
vino asociado a momentos de celebración puede clasificarse en seis categorías
distintas: Extra-Brut, Brut, Extra-seco, Seco, Semi-seco y Dulce.
Según los
profesionales de Louis Roederer, cada una de ellas combina mejor con un plato
de comida en concreto.
En el primer caso por ejemplo, el Extra-Brut, acompaña
mejor los aperitivos o entrantes, incluso para brindis sin comida, ya que es
uno de los más secos y que contiene una menor cantidad de azúcar. Sin embargo,
el champán Dulce, que contiene más de 50 gramos de azúcar por litro, está pensado
para potenciar todo tipo de postres o repostería y helados.
Acerca de Louis Roederer
Fundada en 1776, y propiedad de la misma familia desde 1819,
Louis Roederer es una de las grandes Casas del Champagne francesas que a día de
hoy siguen siendo independientes. Con más de 214 hectáreas de
viñedos, la propiedad Louis Roederer se reparte en las tres principales zonas
de producción de Champagne: Montagne de Reims, Vallée de la Marne y Côte des
Blancs.
La tradición familiar y la constante convicción de mantener
su independencia son algunos de los principales valores que han caracterizado
la firma Louis Roederer durante sus más de 200 años de existencia. Simplicidad,
modestia y “savoir faire” son otros de los atributos que la definen y por los
cuáles ésta ha alcanzado su privilegiado, a la vez que merecido, reconocimiento
en el sector.
Louis Roederer cuenta con una amplia selección de champagnes
de alta calidad, además de con su exclusivo y reconocido vino espumoso Roederer
Cristal y Cristal Rosé.
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