Te proponemos cuatro versiones de este mítico combinado, cada uno de ellos con un tipo de ginebra diferente
Seguro que más de un amante de los ‘gin tonics’ no sabe que en realidad esta bebida tiene un origen medicinal.
Viajemos hasta el siglo XVIII: en aquella época, la quinina (componente
básico del agua de tónica inventada por la compañía Schweppes) se
empleaba entre las tropas británicas desplazadas en la India para
combatir enfermedades como la malaria. El problema es que su sabor era
demasiado amargo, así que para ‘compensarlo’ empezó a mezclarse con
ginebra. De este modo nacía lo que con el tiempo se convirtió en todo un
clásico del mundo de la coctelería: el célebre ‘gin tonic’, que no ha perdido un ápice de vigencia. De hecho, muchos son los locales y restaurantes que ofrecen a sus clientes versiones de este combinado.
Y es que aunque todas las ginebras parten de la misma base, las hay más
sutiles, más aromáticas... por lo que unas combinan mejor con unos
ingredientes u otros. Es, por ejemplo, el caso de estos cuatro cócteles a base de ginebra y tónica que sirven los locales madrileños Root y Mood, y cuya receta te mostramos para que los puedas preparar en tu propia casa.
(Pulsa sobre las imágenes para ver su ampliación y la forma de preparar cada cóctel).
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