PX ALVEAR 1927
BODEGA : ALVEAR
D.O.: MONTILLA - MORILES
VARIEDADES DE UVAS : PEDRO XIMÉNEZ 100%
ALCOHOL : 16% Vol.
Tal vez debido a las preocupaciones dietéticas, hace unos años cobró carta de naturaleza ente los aficionados del país un axioma que decía algo así como que el vino de calidad es el seco. Ciertos vinos de larga tradición y arraigo, como algunos blancos riojanos, como los espumosos semi-secos o os vinos dulces de "postre"- los moscateles, los cream jerezanos, los málagas y los px- entraron en franca decadencia.
Por fortuna, algunas bodegas no se pliegan a los caprichos de la moda y comienzan, incluso potencian, este tipo de vinos, ahora considerados como joyas de la enología universal.
Una de estas bodegas es la ancestral Alvear, cuyo Solera 1927, pretende rescatar una tradición arraigada largamente en una de nuestras primeras Denominaciones de Origen dedicadas en alma y cuerpo a elaborar estos gloriosos y emblemáticos Pedro Ximénez.
Se trata de un PX de perfil modélico con atractivo y brillante tono caoba con destellos yodados y oliváceos.
Un regalo para la nariz por sus aromas potentes, con notas que recuerdan al café torrefacto, al caramelo líquido, a la algarroba madura, con matices de miel de palma que desvela su largo envejecimiento por el sistema de soleras y criaderas, en el fondo se abren recuerdos de pan de higos y toffees de nata, almibar y mantequilla.
Al paladar muestra amplitud, recorriendo la lengua con lentitud, untuosidad, buena acidez que le resta empalago y atesora un gran abanico de sabores golosos y nada cansinos.
Un vino de una pieza, redondo y muy largo en retronasal para recordar bastante tiempo.
Tomado a unos diez grados de temperatura, es insustituible con quesos como la torta el Casar o de la Serena, con unas codornices con higos agridulces, quesos azules y a la hora de la sobremesa con helados de pasas, o para sustituir a los destilados, o acompañando un buen cigarro habano.
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