lunes, 10 de diciembre de 2012

BODEGAS BARBADILLO

BODEGAS BARBADILLO

La bodega gaditana, es una empresa íntegramente familiar, fundada en 1.821 en Sanlúcar de Barrameda. En la actualidad, es propietaria de más de 500 hectáreas de viñedos, amparados por las denominaciones, Jerez-Xeres-Sherry, Brandy de Jerez, Vinagre de Jerez, Vinos de la Tierra de Cádiz y D.O. Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda. 
 
 

Barbadillo revolucionó el Marco de Jerez con el vino Castillo de San Diego, que es el blanco más vendido de España; además de ser la primera empresa comercializadora, y líder del sector de manzanillas. Punto y aparte son las joyas enológicas de sus viejísimos vinos generosos, que atesoran las sacristías de sus bodegas: Amontillados, Olorosos, Palos Cortados y PX. Estas cuatro Reliquias las  comercializa Barbadillo en series limitadas: Amontillado Reliquia, Palo Cortado Reliquia, PX Reliquia  y el Oloroso Reliquia, conocido afectuosamente como ‘El Abuelo’ por superar la inhumana edad de 150 años. El incesante crecimiento de esta empresa,  debido al incremento de  su actividad comercial y exportadora, le ha conducido a posicionarse en otras Denominaciones de Origen de referencia, como son Bodegas y Viñedos Vega Real,  en Ribera del Duero; al igual que en Somontano, donde posee la mayoría del accionariado (76%), de Bodega Pirineos.
La vendimia de uvas blancas del presente ejercicio - básicamente de Palomino Fino -, se ha realizado de noche, con cosechadoras mecanizadas, para prevenir fermentaciones indeseadas. Con esta uva,  se hace el blanco joven Castillo de San Diego. También - en este caso, criadas bajo ‘velo de flor’ -, las aromáticas manzanillas Solear y Muy Fina, la gama de jereces tradicionales, y los vinos blancos de exportación. 
Barbadillo  cultiva ocho variedades de uva tinta en el Marco de Jerez, situadas en los viñedos de Santa Lucía y Gibalbin, ubicados en la Sierra de Cádiz. A mediados de agosto comenzó la vendimia de la variedad Merlot, que maduró antes que el resto. La recolección de las uvas de Syrah, Graciano, Tintilla de Rota, Tinta del País y Tempranillo, siguieron al varietal originario de Burdeos, para finalizar con la vendimia de Petit Verdot y Cabernet Sauvignon.
 
Montserrat Molina, enóloga y  Directora Técnica de Barbadillo valoró positivamente, en su  conjunto, la vendimia de la añada del 2012: ‘Porque presenta buen color, buena fruta y una estructura muy interesante’. 
Años atrás, comprobé la excelente preparación de Montserrat Molina, en una cena a la que fui convocado por Mª Isabel Mijares. Creo recordar que Barbadillo presentaba una de las primeras elaboraciones de su celebrado Castillo de San Diego. Compartí mesa con la amiga que me convocaba, con  la joven  enóloga, y Manuel Valdecantos, Director General del Grupo Barbadillo. El tiempo, que da y quita razones, se la ha otorgado, a quienes tomaron la decisión de poner al frente de una bodega andaluza (de secular tradición bodeguera masculina), a esta intuitiva catalana que ha sabido conservar la excelencia, y en su caso, mejorar las elaboraciones de la bodega de Sanlúcar de Barrameda.


CASTILLO DE SAN DIEGO


El proyecto de hacer un vino blanco joven para acompañar toda la comida, nació en el año 1975, en base a lo que ofrecían las viñas del el Marco de Jerez: la variedad endémica autóctona Palomino Fino. Su repentino e impresionante éxito, constituyó una sorpresa. Conmovió las conservadoras conciencias de los bodegueros del Marco, que en algún caso, se propusieron seguir el camino emprendido por la bodega centenaria de Sanlúcar de Barrameda. El secreto de la gran aceptación del Castillo de San Diego de Barbadillo – imitado, pero no igualado por bodegas de la zona -, ha sido su apuesta por la aplicación de proyectos de I+D+I. En el actual ejercicio se han vendimiado  un total de 300.000 kilos de Palomino Fino. La singularidad de su proceso de elaboración marca, entre otros factores, la diferencia con los vinos que intentan parecérsele. Días antes de proceder a la ‘gran vendimia’ en Barbadillo, se habían recolectado racimos de los pagos más precoces en madurar, para hacer el denominado ‘pie de cuba’ con levaduras autóctonas. Esta técnica enológica, consiste en hacer fermentar los mostos de la primera vendimia, para posteriormente ir añadiendo una cantidad del primer mosto fermentado, a los mostos procedentes de la vendimia definitiva. De este modo se acelera el proceso de  fermentación,  consiguiendo  las calidades uniformes deseadas… y el carácter tan personal de este  vino de la Tierra de Cádiz. 


GIBALBÍN, El TINTO DE BARBADILLO


En el año 2.000, Montserrat Molina y su equipo de enólogos - con el  asesoramiento de técnicos bordeleses -, acometieron el reto de hacer un tinto andaluz de calidad en una región tradicionalmente productora de vinos blancos. Para ello se plantaron 100 hectáreas (la mayor extensión de viñedo de uva tinta plantada en Andalucía), de las variedades foráneas Syrah, Merlot y Cabernet Sauvignon que se complementaron con cepas de Tempranillo y Tintilla de Rota. Esta última es una variedad  autóctona que aporta personalidad y tipicidad a los vinos tintos, que ha sido salvada de una segura extinción por Barbadillo. (En aquellos tiempos, tuve la oportunidad de probar en bodega unas de las primeras pruebas del tinto Gibalbín. Lo encontré excesivamente rústico, y francamente no me gustó… y así lo dije. Para eso se hacen pruebas y se ensayan los ‘coupages’ más adecuados. El resultado son los actuales vinos tintos de Barbadillo, estupendos, con un estilo muy mediterráneo, y que han ido superándose desde que salieron al mercado). El 2004, fue el año en que se lanzó la primera añada de Gibalbín Joven. En el año 2008, la bodega sacó  su primer Gibalbín con crianza; y posteriormente, la segunda añada  de Gibalbín crianza 2010. En esta ocasión el vino es un ensamblaje de Tempranillo, Merlot y Tintilla de Rota, y ha madurado ocho meses en barricas de roble americano y francés. 

LAS JOYAS DE LA CORONA


La manzanilla es un vino singular, distinto y único, que tiene su origen en las tierras de Albariza donde crecen los viñedos de Palomino Fino. (Esta uva, que cuando se cultiva separada de sus tierras de caliza blanca, de su Coto de Doñana, y de la influencia de los vientos atlánticos del Guadalquivir, es tan carente de cualidades  (si exceptuamos su generosa carga frutal), agiganta sus cualidades en las tierras del Marco de Jerez, debido a la singular forma de  maduración y el sistema de criaderas y soleras, que tanta fama mundial ha proporcionado a los vinos de estas tierras). El microclima singular que posibilita la aparición de la ‘manzanilla’ es debido a un microorganismo ( en realidad una levadura), con aspecto de la flor de la planta aromática. El milagro de la existencia de estos inigualables (e inimitables), vinos, se debe a un cultivo de levaduras que crece espontáneamente, y cubre la superficie del vino con un velo claro que imposibilita su oxidación. Cuando las levaduras han  consumido parte del alcohol, transmiten al vino de forma natural, unas características organolépticas, de las que carecen otras elaboraciones fuera de la influencia de las brisas marinas de Sanlúcar de Barrameda. Estas manzanillas son el producto estrella de las bodegas Antonio Barbadillo  que  las comercializa con las marcas Muy Fina, Eva, Solear… y Manzanilla en Rama. 


LA MANZANILLA EN RAMA DE BARBADILLO


Cualquiera de las cuatro estaciones del año es la época adecuada - e improrrogable -, para probar la manzanilla ‘Premium’ de Barbadillo. Su singularidad y escasez restringe su adquisición solamente a la compra mediante suscripción, porque han salido al mercado solo mil doscientas botellas, de 37,5 cl. de Manzanilla en Rama correspondiente a la ‘Saca de Otoño 2012’. La oportunidad de conseguirla se circunscribe a las cuatro únicas ‘sacas’, que tienen lugar al comienzo de cada una de las estaciones del año: Saca de  Primavera, Verano, Otoño e Invierno. Por ende, está al alcance de tan solo unos pocos afortunados. La Manzanilla en Rama se elabora artesanalmente, siguiendo métodos de elaboración tradicionales, como es, la clarificación con clara de huevo. Las condiciones climatológicas de Sanlúcar de Barrameda, hacen que los vinos criados bajo ‘velo de flor’ evolucionen durante el tiempo de crianza, presentando unas características organolépticas distintas en cada una de las estaciones del año… Acabo de probar en el Salón de los Grandes Vinos de España, la Manzanilla en Rama, Saca de Otoño 2012, gentileza de mi amiga Rosario Barbadillo. Es un vino excepcional, muy aromático y complejo.  
 
Segundo López

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