Nobleza 2012, el joven de Bodegas y Viñedos Casado Morales elaborado con las variedades Tempranillo (90%) y Viura (10%), nace tras una recolección totalmente manual, que se efectuó el pasado 25 de Septiembre, coincidiendo con los días de vendimia del año anterior, situación que no se repetía en esta bodega desde hace dos décadas. Este año, marcado por la irregularidad, ha exigido una lenta y selectiva vendimia, junto a una exhaustiva selección, obteniendo así una merma de casi un 20% en el total de la producción de este vino.
De la bodega han salido 20.000 botellas de Nobleza 2012, que se han distribuido en vinotecas y tiendas especializadas por toda la zona norte de España y Madrid. Sin embargo, el 80% del embotellado se destinará a mercados internacionales, destacando China como uno de los principales destinos. Asimismo, las exportaciones se dirigirán a Alemania, Inglaterra, Polonia, Rusia, Brasil, Emiratos Árabes Unidos, Suecia, Estados Unidos de América, Japón y como buena carta de presentación de la calidad de los vinos de esta bodega, también a las potencias mundiales en producción de vinos, como son Francia e Italia.
Los viñedos de la familia Casado Morales se sitúan en las laderas de las montañas de Laguardia y Lapuebla de Labarca. El terreno donde ha nacido este vino es el viñedo de El Esperal, el más cercano a la ribera del Ebro, a 429 metros de altitud. Se trata de una tierra arcilloso ferrosa, con cantos rodados, rica en carbonato cálcico.
Tras diez días de fermentación y continuos remontados se ha procedido al prensado, fase en la que Bodegas Casado Morales ha vuelto a utilizar su moderno sistema, que sustituye al tradicional pisado de la uva. Se trata de una prensa con sistema inerte, que deriva en una mejora en los caldos, ya que evita las oxidaciones naturales que produce el propio ambiente del pisado y los sistemas tradicionales. Esto se debe a que dicha máquina elude que el oxígeno toque el racimo y, por tanto, el mosto-vino. La inertización se consigue añadiendo nitrógeno a los espacios vacíos, sorteando así la oxidación de los polifenoles de la uva. Como resultado, se optimiza la conservación y la longevidad tanto del producto como de los propios aromas que la fruta desprende.
De este cuidado proceso surge un vino de color rojo picota intenso a la vista, de capa muy alta en el centro de la copa, con bordes cardenalicios; de explosivos aromas primarios a fruta madura, resaltando la marcada acidez de la fresa, con recuerdos en el olfato a compota, yogur de fresa –debido a la segunda fermentación, denominada ‘meloláctica’- así como a gominolas y piruleta.
Su juventud también se demuestra en paladar, con una entrada intensa por los clásicos tonos de la maceración carbónica, sobresaliendo la fruta roja -como la grosella, la frambuesa y fresa ácida-. Es carnoso y se muestra alegre por el carbónico (una cierta aguja) de la propia elaboración y juventud. Una explosión que llena la boca de sabores, con un retrogusto de frutas rojas y negras, como la mora, y una ligera nota de hinojo y regaliz, tan característica de la uva tempranillo, lo que le dota de un final bastante largo, profundo y equilibrado, pleno de frutosidad. Finalmente, se genera una saliva que refresca e incita a beber otra vez, acidez característica de los años cálidos. Es, en resumen, un vino aconsejado para beber a una temperatura de entre 12 y 14 grados, ideal para acompañar aperitivos y carnes, o incluso pescados blancos y quesos frescos y semicurados.
Las características técnicas de Nobleza 2012 vienen marcadas por la sequía de un invierno duro y las fuertes temperaturas sufridas durante la época estival y durante la propia recolección, las más altas de los últimos 20 años. Con un poco más de grado y color debido a ese mismo factor climatológico, este nuevo Nobleza resalta como nunca su expresividad.
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