jueves, 18 de octubre de 2012

CASA CAROLA 15 años entre los clásicos



Las Tabernas CASA CAROLA (Padilla, 54 – Local derecha – Tf. 91.401.94.08) y CASA CAROLA 2 (Víctor Andrés Belaunde, 6 – semiesquina Serrano 215- Tf. 91.458.31.59),

Parece que fue ayer cuando Carola Navarro se sentó en una mesa con Jaime Rivero y pronunció la frase que les cambiaría la vida: “con tu coco y mis manos coge un local y triunfamos”. Y el del “coco” se puso manos a la obra.



Desde entonces, las estadísticas dicen que más de 250.000 personas han disfrutado, y siguen disfrutando, en estos 15 años, de los sabrosos garbanzos, “piripis” para los castizos, cosechados con familiar cuidado en los huertos de Cabañas de Polendos (Segovia), y cocinados con paciencia, mimo y mucho cariño.
Primero fue el local de Padilla, luego el de Víctor Andrés Belaunde y ahora, cumplido el natural relevo generacional, son los hijos de Jaime Rivero los que, con el mismo amor y dedicación que su padre, han asumido la gestión y dirección de ambos negocios.


Casa Carola cumple todos los protocolos de la tradicional y sencilla casa de comidas madrileña. Un babero, regalo de la casa, permite disfrutar, sin sobresaltos, de la deliciosa sopa y los tres sucesivos vuelcos que, como mandan los cánones, componen los inigualables garbanzos segovianos de la Casa, acompañados de piparras, cebolletas y salsa de tomate con comino, ajo y orégano; la fuente de verduras con patatas nuevas y
finalmente las carnes, con su morcilla casera, chorizo de sarta, huesos de caña, tocino ibérico, carnes de añojo y pollo y las sabrosas puntas de jamón, servidos al centro de la mesa, para que cada cual disfrute más y mejor de lo que le apetezca. Una copa de cava, una croqueta casera, postre casero, café y chupito de licor completan el menú sano y suculento de Casa Carola a un precio cerrado (IVA incluido) de 29€ por comensal y que puede degustarse en los dos establecimientos todos los mediodías y, en Padilla, las
noches de viernes y sábados.
Los vinos son complemento necesario para un buen yantar y en Casa Carola, con la aportación del Maestro José Peñín, amigo y colaborador desinteresado de esta peculiar oferta gastronómica, los comensales podrán disfrutar de una interesante relación de vinos, a su buen juicio espléndidos, y a precio muy razonable, que sin duda merece la pena probar.




El objetivo de Casa Carola, además de dar de comer bien, es transmitir al comensal el calor de hogar, el gusto por la sencillez, la paz y los valores tradicionales del cálido comedor familiar.
En ambos locales preparan el Cocido Madrileño para llevar perfectamente envasado y degustar en Casa y, con la acreditación federada correspondiente, se puede jugar al mus tras la comida.

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