La enfermedad neurodegenerativa obliga a Juli Soler a dejar la dirección de Elbullifoundation, la nueva institución que sustituirá al mítico restaurante elBulli, cerrado el pasado año.
El que ha sido durante años colaborador de Ferran Adrià mantendrá, de todos modos, la presidencia de honor de la Fundación El Bulli que, a través de un comunicado, ha reclamado que se respete la intimidad de Juli Soler.
El equipo de la Fundación El Bulli se pone "al lado" de Soler y de su familia y le describe como "una de las personas con mayores conocimientos gastronómicos del mundo".
Desde su llegada en 1981 a El Bulli, Soler se convirtió en una figura imprescindible del que hoy es considerado uno de los restaurantes más influyentes de toda la historia.
Él fue quien fichó a Ferran Adrià, y juntos aguantaron el negocio en épocas difíciles, revolucionado la experiencia del comensal en un restaurante de alta cocina y convirtiendo elBulli en un espíritu y un carácter que ha transcendido al propio restaurante y se ha convertido en una forma de entender este oficio, incluso después de su cierre, el 30 de julio de 2011.
El propio Juli ha expresado siempre que todo lo que ha hecho en su vida profesional lo ha hecho por y para su familia. Por ello, explica ahora la familia, "queremos ahora cuidar de él tanto como él nos ha cuidado a nosotros durante tantos años, y con más motivo que nunca, ayudar a la continuación de esta nueva etapa en su honor, en la que él tiene puesta tanta ilusión".
"Le ayudaremos a mantener el legado de su esfuerzo y talento a través del ya anunciado proyecto de elBulliFoundation, del cual Juli será, para siempre, el presidente de honor", añaden.
El que ha sido durante años colaborador de Ferran Adrià mantendrá, de todos modos, la presidencia de honor de la Fundación El Bulli que, a través de un comunicado, ha reclamado que se respete la intimidad de Juli Soler.
El equipo de la Fundación El Bulli se pone "al lado" de Soler y de su familia y le describe como "una de las personas con mayores conocimientos gastronómicos del mundo".
Desde su llegada en 1981 a El Bulli, Soler se convirtió en una figura imprescindible del que hoy es considerado uno de los restaurantes más influyentes de toda la historia.
Él fue quien fichó a Ferran Adrià, y juntos aguantaron el negocio en épocas difíciles, revolucionado la experiencia del comensal en un restaurante de alta cocina y convirtiendo elBulli en un espíritu y un carácter que ha transcendido al propio restaurante y se ha convertido en una forma de entender este oficio, incluso después de su cierre, el 30 de julio de 2011.
El propio Juli ha expresado siempre que todo lo que ha hecho en su vida profesional lo ha hecho por y para su familia. Por ello, explica ahora la familia, "queremos ahora cuidar de él tanto como él nos ha cuidado a nosotros durante tantos años, y con más motivo que nunca, ayudar a la continuación de esta nueva etapa en su honor, en la que él tiene puesta tanta ilusión".
"Le ayudaremos a mantener el legado de su esfuerzo y talento a través del ya anunciado proyecto de elBulliFoundation, del cual Juli será, para siempre, el presidente de honor", añaden.
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