Por: Segundo López
Ovum es un moderno restaurante con terraza situado en el boulevard ajardinado de la Calle Cervantes, céntrico y muy próximo a la Avda de España, en la población madrileña de Majadahonda. El huevo, ese exquisito producto de las erotizadas aves (infundada maledicencia popular sin duda), es el rey en Ovum. Cocinado en sus más variadas formas: rotos y aderezados con laminas de ibérico, con patatas paja, revueltos acompañados de trufa negra, pochados aromatizados con trufa…
y una novedad: la ‘vichisua’ de trufa y boletus edulis con huevo. Por descontado, que no podía faltar la tortilla. Como son las dos creaciones - quinta gama -, del multipremiado cocinero Senén González. Ovum ofrece su famosa tortilla española de patata con cebolla, y un delicioso entrante en forma de tapa de un solo bocado, que encierra en su interior la sorpresa de una yema de huevo que estalla al ser introducida en la boca. Al frente de Ovum el experimentado Julián María Guillén, su joven director, que no duda en investigar novedades que hagan atractiva la ingesta del ovalado regalo avícola, o las hamburguesas de vacuno, la otra especialidad de la Casa. Las humildes hamburguesas alcanzan en el restaurante majariego nivel de excelencia. Son sublimes la de buey Kobe y la de foie. Deliciosas también son las ‘mini’ de variados sabores y texturas, que despiertan el interés de los más pequeños.
Si prefiere cortar con cuchillo, un tierno entrecot podría acompañarse de una refrescante ensalada. Es muy demandada la de auténtico tomate Raff. La cerveza Heineken está bien tirada y la carta de vinos, elegida con criterio. Es corta pero suficiente - moderada en precios para no asustar al bolsillo -, y servida por copas si no se desea ordenar botella. No me olvido que en la cocina de Ovum oficia Carolina Torres, y en sala la gentil y eficiente Liliana. (En días y horarios de afluencia de comensales el equipo del restaurante se complementa con personal de apoyo).
Clientes de toda edad se dan cita en Ovum, aunque se observa una mayor afluencia de parejas y matrimonios jóvenes con sus hijos, porque sábados domingos y festivos divertidos animadores del restaurante entretienen a la infancia. En la amplísima terraza - climatizada en invierno y descubierta en verano -, se disfruta de unas vistas muy agradables que invitan a disfrutar del mejor ambiente acompañados con un refresco o un trago largo. Si se decide por un mojito o un gintonic, acertará de pleno porque Julián María Guillén es un autentico maestro en esta suerte de combinados. El precio medio de un almuerzo o cena está en torno a los 15€. Y de lunes a viernes Ovum ofrece un menú - que varía a diario -, basado en sus especialidades (hamburguesa o huevos), a un precio fijo de 8€.
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