Cada semana hago un descubrimiento impresionante en mi ciudad de adopción. Ahora le toca a El Oceanográfico de Valencia. Fue inaugurado en el año 2002, y nunca lo había visitado, pero ahora desde que vivo en Valencia, ya no había excusa posible.
Este complejo que representa los diferentes hábitats marinos, es una obra firmada por el arquitecto Félix Candela y los ingenieros Alberto Domingo y Carlos Lázaro. Se encuentra integrado dentro del complejo conocido como Ciutat de les Arts i les Ciències de Valencia. Es el acuario más grande de la Unión Europea, con 110.000 metros cuadrados y 42 millones de litros de agua. En él se representan los principales ecosistemas marinos del planeta.

Recomendación, llevar ropa y calzado cómodo, porque si quieres disfrutarlo, seguro que lo harás, estarás como mínimo todo el día.
En el edificio Mediterráneo, se muestra una parte de la riqueza biológica del mar Mediterráneo mediante la exposición de nueve acuarios con distintos formatos en función del hábitat representado y con cerca de 7.400 ejemplares de peces e invertebrados.
Puedes seguir por el edificio de los Humedales en el exterior, donde una espectacular esfera de 26 metros de altura simula dos de los ambientes de zonas húmedas más singulares del planeta: el manglar americano y el manglar mediterráneo.
Puedes seguir por el edificio de los Humedales en el exterior, donde una espectacular esfera de 26 metros de altura simula dos de los ambientes de zonas húmedas más singulares del planeta: el manglar americano y el manglar mediterráneo.

Continuando nuestro recorrido llegamos al edificio de los Océanos, con un volumen de 7 millones de metros cúbicos, es el acuario de mayores dimensiones del Oceanogràfic y uno de los más grandes del mundo. Representa un viaje por el océano Atlántico desde las Islas Canarias hasta las Bermudas, a través de un túnel donde se pueden contemplar especies como el tiburón toro, el tiburón gris y el pez luna, entre otras.
En el edificio del Antártico, una colonia de pingüinos es la protagonista de esta recreación de un acantilado rocoso con áreas de puesta y cría.
Siguiendo el recorrido, llegamos a el edificio del Ártico, con su gran cúpula a modo de iglú, se representan los acantilados rocosos y bloques de hielo, donde podemos contemplar el hábitat de morsas y belugas, uno de los mamíferos marinos más singulares del planeta.
Llegamos al edificio de las Islas, al aire libre, esta instalación toma como referencia las islas situadas a lo largo de la costa sudamericana, caracterizadas por la presencia de grandes colonias de leones marinos de la Patagonia.
Lo último que puedes visitar es el edificio del Mar Rojo-Auditorio Submarino, que es una sala rematada con una cubierta en forma de “concha de peregrino”. En el interior se encuentra el auditorio, con capacidad para 466 personas y cuyo telón de fondo es un espectacular acuario que representa el mar Rojo.
Para hacer un descanso podemos comer o cenar, en el Restaurante Submarino, ubicado en el centro del complejo, es el edificio más emblemático del Oceanogràfic debido a la peculiaridad de su cubierta. Diseñada por Félix Candela, evoca una figura similar a un nenúfar. Dispone de un gran acuario en la planta inferior, donde estarás acompañado durante toda la velada de una gran variedad de peces.
No podemos irnos sin visitar el Delfinario, que es uno de los más grandes del mundo, con 26 millones de metros cúbicos de agua y una profundidad de 10,5 metros. Con un total de cinco piscinas, esta instalación puede albergar una treintena de delfines, siendo el más importante a nivel europeo. Así termina mi último descubrimiento de esta bonita ciudad.
Seguiremos en contacto con más de Valencia.